lunes, 22 de abril de 2013

Diario intimo de una hija


Diario intimo de una hija
Sanando la relación con mi madre
QUERIDO DIARIO: Sabes; ella me mira pero no me ve… Mi mamá no me entiende, o ¿yo no la entiendo? ¡Todo averigua, se vive metiendo en mis cosas, ¿será que le importa?. Me da consejos como si ella supiera lo que pasa por mi mente. Me vive diciendo: “No hagas esto”, “no vayas allá porque…”. No le gusta esto o no le agrada lo otro, y por las cosas buenas que me pasan no me dice nada…no sabe abrazarme, no me dice “te quiero” aunque yo sé que sí me quiere, pero me encantaría escucharla…
Con sus palabras tan duras a veces me lastima, me dice cada cosas… y además vive remarcándome mis errores. Ella es más grande que yo, acaso no sabe lo que nos pasa a los jóvenes? Sin que le pregunte me dice lo que debo hacer, pero no me enseña lo que no sé.Será que no sabe? Me habla, me habla pero no me dice nada, “me cuida”, pero me ahoga…no me entiende o no la entiendo?...   Sinceramente no sé para que estoy en la vida…
 La observo como cocina, limpia, lava a mano porque quiere todo impecable, y se queja, pero igual lo sigue haciendo. Se queja de todo: que el colegio, que la casa, que la plata, que papá…y me cansa…  porqué se vestirá de esa manera? Porqué no es como las otras mamás? Y sus cabellos…la quiero ver linda, y no le gusta. Muchas veces la escucho llorar en soledad, pero no sé porque, no me animo a preguntarle.
Hay días que la quiero, otros días que la odio, porque no me deja salir con mis amigas, dice que son malas compañías, y menos con mi novio porque no es bueno para mí…todo lo ve malo. Lo que a ella le pasó de que fue abusada en su adolescencia, eso no significa que yo no pueda salir y ser feliz. ¡Que tengo que ver yo! Igual me escapo para verlo a escondidas al amor de mi vida, porque ella no tiene ni idea de cuánto lo amo, así que sus cuidados o “consejos” no me sirven para nada y menos cuando una está enamorada, porque yo voy a aprender a ser mujer y a ser feliz con un hombre al lado…

…Sabes hace meses que mi mamá no me habla, por eso escribo. Ahora que necesito que me diga algo, que no me ignore, necesito saber que hago!! Estoy sola, mi novio me dejó…porque estoy embarazada…Dios!!! voy a ser madre.
 Esta es una historia que puede ser la tuya o la mía… preguntas sin respuestas.
 No hay madre, ni consejos de abuelas, ni conocimiento o experiencias propias que puedan darte una salida. Tan solo Dios…”te escogí desde el vientre de tu madre. Te limpié de tus sangres y te dijo… ¡Vive!” (Ezequiel 16:6)
¡Vive!
Hay una frase muy popular que dice: “este hijo/a viene con el pan bajo los brazos”, pero Dios dice: “mi hijo/a viene a esta tierra con un gran propósito en su corazón, nace para una misión”.
 Se dice que las grandes luchas son entre nuera y suegra, yo creo que las más difíciles situaciones se da entre madres e hijas. Las madres son “vara de guía”, somos madres “guiando hijas al futuro”. Pero claro, no todo tuvo “la culpa” mamá.
Sabemos que el enemigo de nuestras vidas, desde que se enteró que nos iba a crear, desde sus celos vive intentando destruirnos, usa estrategias aberrantes poniendo en contra madres e hijas, éste se cree astuto, y no se da cuenta que desde su “astucia” nosotras que hemos creído en el poder del amor, Él sana nuestro pasado y damos otro salto más para llegar a concretar el propósito de Papá.
Quiero que entiendas esto, si el enemigo, el diablo te molesta, es porque en realidad sos vos la que le estás molestando, ¿porqué? Porque sos una amenaza, un peligro para él.
Sos una mujer tan especial, de mucho valor, llena de dones y del poder de Dios.
Cuando Él sopló y te dijo ¡vive! Tu madre dio a luz la mujer que Dios esculpió desde su mismo trono con sus propias manos y lleva un nombre. (decí tu nombre) Tal vez dirás:… pero mi vida fue un desastre… Seguramente si el enemigo no pudo destruirte desde que fuiste engendrada, creciste sin la guía correcta y éste aprovechaba lanzándote dardos envenenados de palabras destructivas, descalificadoras e hirientes (como a la joven del diario).
Crecías…mal trato aquí, mal trato allá, fracasos, derrotas, soledades que te llevaron a la angustia luego a la depresión hasta intentar suicidarte, y te das cuenta que otra vez intentó llevarte a la muerte. ¡Parate! Y decile: ¡ESTOY VIVA! PORQUE DIOS ME DIO LA VIDA PARA CUMPLIR EL SUEÑO DIVINO QUE TRAZÓ DESDE ANTES DE LA FUNDACIÓN…! Tal vez nací de un error, tal vez de un abuso, o quizás de un amor, pero Dios me amó y me ama mucho más por eso estoy hoy acá compartiendo mi vida que está plena en Cristo Jesús.
¿ENTENDISTE PARA QUE DIOS TE DIO LA VIDA?
 
Te estarás preguntando y ¿como hago con mi madre?
Primero que nada, PERDONALA, porque tu mamá no es un ángel (que está allá arriba) o una bruja malvada (que todo lo hace mal).
Decía en el diario: “ella es mas grande que yo, y no sabe lo que nos pasa a los jóvenes”
Lo que ella (hija) no se puso a pensar de que su madre no nació grande o siendo madre. Ella también nació del vientre de su mamá, fue bebé, fue una niña, una adolescente, luego joven. Y tal vez al nacer perdió a su madre o de niña sufrió abandono físico o emocional, o quien sabe en su adolescencia abusaron o lastimaron su cuerpo o cuando joven se sintió sola sin afecto, porque sus padres no le supieron dar lo que necesitaba, amor, abrazos, tiempo, comunicación, etc. pero tu mamá lo que escasamente recibió, es lo que con esfuerzo te dio, el mejor cuidado para tu vida a su parecer y tal vez sin Dios… Porque nadie puede dar lo que no tiene.
Pensá en tu madre aunque ya no la tengas y humanízala y perdónala…
 Ahora lo que nunca te gustó de ella, no lo repitas, y lo que sí te gustó de ella tampoco lo hagas…. Entonces? Hay una frase muy conocida que se repite de generación en generación, y lo hemos dicho: “lo que hizo mi madre conmigo no lo voy a hacer con mis hijos”; sin embargo terminamos repitiendo la historia, o todo lo contrario o peor aun. Cualquiera sea la manera que decidas formar a tus hijos los afecta, ¿porqué? Porque hagas lo que hagas pensando en ella, eso se llama VENGANZA. Sé vos misma con la guía del Espíritu Santo, no mirando tu pasado, no mirando a tu madre lo que fue con vos, así haya sido excelente. Lo que Dios quiere es que seas vos misma, sin copias, porque te hizo única, esencia especial, por lo tanto no intentes cambiar a tu madre en su forma de vestir, de hacer sus tareas, ni nada, déjala ser. (No se repiten padres, no se repiten hijos, aunque tengas 10). Si Dios te hizo nueva criatura, ya está, lo pasado pasó he aquí comienza todo nuevo, y de ahora en más lo que hagas o la relación que tengas con tu hija va a ser el pilar para el futuro. Pedile siempre a Dios el arte de comprender, que es fundamental. Siempre hicimos el esfuerzo para que mamá me comprenda, pero a partir de ahora hagamos el esfuerzo para comprender a mamá y a nuestros hijos escuchándolos activamente y sosteniendo nuestra mirada,  mira sus ojos, no bajes la vista, eso hará que el que habla se despliegue. Desarrolla tu empatía, que es la capacidad de ponerte en el lugar de mamá o de hijo, y nunca trates de adivinar sus pensamientos, es bueno preguntar, porque muchas veces damos por sentado algunas cosas.
Deja que Dios te abrace, Él te va a dar ese abrazo que esperabas de mamá, ese abrazo materno eterno, y si podes abraza a quien tengas cerca, quizás estaba esperando hace años.

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